Que nuestros hijos aprovechen sus años escolares rindiendo al máximo, con energía y salud, es un deseo, y un deber, de los padres y maestros. ¿Y qué mejor que una buena nutrición para lograrlo?
Preparar la lonchera de los niños y jóvenes no es una labor de poca importancia, todo lo contrario, es una actividad que cumple dos aspectos fundamentales de la salud y educación de nuestros hijos; por una parte, alimentarlos bien, saludablemente, y por la otra, enseñarles a comer con gusto y calidad, en otras palabras, educarlos en la buena gastronomía.
El desayuno, las meriendas, el almuerzo y la cena de nuestros hijos son pilares de su salud actual y de la futura. Ofrecerles los mejores alimentos, los más nutritivos y sanos, y balancearlos adecuadamente es una tarea que debemos emprender desde el primer día.
Aquí te van algunas ideas.
Las grasas, aceites y dulces deben incluirse, con moderación, en la dieta de los escolares. Las grasas sanas (no las trans fat) cumplen funciones importantes en nuestro organismo y no deben ser erradicadas del todo. Los dulces, en ocasiones especiales y en cantidades moderadas, deben también formar parte, aunque muy limitada, de la dieta de los muy jóvenes.
Las carnes, aves, pescados, frijoles, huevos y nueces contienen proteínas fundamentales para el crecimiento de los niños y el difícil paso de la adolescencia. Debemos incluir de 2 a 4 porciones de proteína por día. Asegúrate de elegir aquellas carnes sin grasa como el pollo sin piel, el pescado y las carnes rojas magras.
Los productos lácteos son clave pues ayudan a mantener los huesos sanos y fuertes (en el período de crecimiento). Deben consumir de 2 a 3 porciones de lácteos con bajo contenido de grasa (light o descremados).
Las frutas son grandes aliadas para el mantenimiento de la salud. Al merendar con frutas se disminuye la posibilidad de que los muchachos estén picando entre comidas, sobre todo snacks inadecuados como dulces y refrescos carbonatados. Debes incluir de 2 a 4 porciones diarias.
Vegetales: Si a tus niños no les gusta comer verduras, trata de mezclarlas en sus otros alimentos y añadirlas a las salsas, guisos y cazuelas. Deberías incluir de 3 a 5 porciones al día.
El pan, cereales, arroz y la pasta son productos que están en la base de la pirámide alimentaria. Suministran energía, que los niños en crecimiento necesitan en grandes cantidades. El truco consiste en ceñirse cada vez más a los productos integrales. Ten en cuenta que deben comer de 6 a 11 porciones por día.
Si te atienes a esta pequeña guía y logras que tus hijos coman así 6 veces por día, de una forma balanceada y sana, lograrás que crezcan saludables y que aprendan a comer de una manera correcta, lo que perdurará por el resto de sus vidas.
Recuerda: Te queremos a ti y a tus hijos saludables. ¡Los queremos UltraFit!