Alma de empresarios, pasión en las venas, gusto por los detalles y amor por el buen comer…todo combinado, resulta en la receta perfecta que logró que Melissa Quiroga y Juan Carlos Colón se convirtieran en los exitosos creadores de Flor de Harina. Un bistro con look vintage y estilo muy único que combina la pizzetería con la cocina artesanal, la pastelería gourmet y el buen café.
Por cuatro años se estuvo cocinando el concepto de este local y justo cuando iban a abrir sus puertas pasaron por Puerto Rico los huracanes Irma y María. Pero fue más fuerte el tesón que la incertidumbre ¡y este matrimonio sí que tiene empuje! Abrieron sus puertas el 11 de octubre de 2017 sin electricidad y sin agua, pero con ingenio y muchísimas ganas. La apertura quizás no fue como la soñaron, pero el éxito que tienen hoy en día, a poco más de un año, superó sus más altas expectativas y las de sus clientes.
Bajo condiciones muy difíciles y con muchos factores que no podían controlar, se esmeraron en ofrecer pizzas diferentes. Una de pepperoni pero con el toque especial de ajo rostizado con sal de mar y aceite de oliva y otra fue la margarita, que prepararon con albahaca de su propio huerto. El menú inicial se publicó escrito sobre los paneles de madera que cubrían las vitrinas del local tras los huracanes. De repente habían filas frente al negocio y en poco tiempo los clientes percibieron que Flor de Harina era un lugar especial y fue así como el negocio de dos, pasó inmediatamente a ser uno que opera actualmente con 30 empleados. Precisamente este 14 de febrero, día de San Valentín, se cumple exactamente un año desde que celebraron con menú especial y cena en dos tandas, la expansión del local que añadió espacio para 40 personas adicionales.
Como súper fanáticos de la pizza, ambos se visualizaban en un lugar que ofreciera pizza fuera de lo común con ingredientes especiales y de gran calidad. Es por esto que son meticulosos en escoger ingredientes naturales sin procesar, y si el producto se produce en Puerto Rico, lo compran siempre aquí. Esto ocurre con el queso de cabra, la albahaca, rúcula, queso vegano, microhierbas, flores comestibles y vegetales.
Aunque ambos se complementan y trabajan como equipo en todos los aspectos del negocio, cada uno trae a la mesa sus mejores cualidades y experiencias para lograr un fin común: que sus comensales se sientan a gusto y disfruten de una experiencia gastronómica rica y diferente.
“El amor entra por la cocina… cuando nos conocimos y comenzamos a salir, nuestras primeras citas consistían en comer juntos, yo salía del trabajo y me iba al supermercado a comprar un buen queso, un vinito y una buena carne que pudiéramos preparar para disfrutar juntos de los placeres sencillos” recuerda Melissa, quien posee una maestría en mercadeo y recursos humanos, además de cursos culinarios que atados a su experiencia, le han permitido desarrollar el aspecto artístico y creativo que da vida a pasteles y platos. Ella viene de una familia en la que todos cocinan y desde pequeña estuvo muy expuesta a viajar junto a su familia viviendo experiencias únicas que la llevaron a probar panes locales de cada lugar que visitaba.
Juan Carlos por otro lado, es contable de profesión por lo que es muy metódico y presta especial atención a la logística del negocio. De niño disfrutaba de acompañar a su abuelo, que tenía en Manatí un colmado con carnicería. Allí gustaba de atender a los clientes, cobrar y ayudar en todo lo que pudiera. También se entrenó en panificación y fue quien hizo la masa en tiempos de huracán creada literalmente a mano y a puro mollero, sin batidora. “Nos arriesgamos apostándolo todo en la dirección que definimos y todas las decisiones que hemos tomado a la larga de una manera u otra nos han enseñado y ayudado a crecer” nos explica.
Son muchos los relatos de clientes que cuentan como ciertos sabores, ingredientes y texturas los transportan a Europa en donde han vivido o han tenido experiencias especiales de viaje. “Siempre pensamos en cómo vamos a mejorar”, puntualiza Juan Carlos. “Y lo que nos da esa energía de saber que vamos por buen camino son nuestros clientes que valoran y aprecian el resultado final cuando prueban nuestros platos y ves que salen contentos y satisfechos”.
“Cupey tiene mucho más potencial de lo que la gente imagina” nos dice la pareja de comerciantes y padres de dos niños, que cuentan como la ubicación de su negocio les ha brindado un público diverso tanto de familias, como de foodies, ejecutivos y profesionales de toda índole que se han acercado a experimentar y siempre regresan.
Sobre el nombre Flor de Harina
“Existe un poema de Rubén Darío que habla sobre la espiga y la flor de harina…que es silvestre y crece en las cosechas de trigo…es la poppy flower. Unimos la poesía y la metáfora para romper el esquema y crear un producto con identidad propia arraigado siempre a nuestros deseos y gustos”, expresó Melissa.
¿Qué los diferencia?
- todas sus recetas son originales
- los platos son 100% homemade from scratch
- no utilizan ingredientes envasados
- su menú incluye alternativas de ingredientes veganos
- importan harinas libres de cloro y bromato (químicos que se utilizan para preservar harinas, pero que son muy dañinos para la salud)
- pastelería gourmet “grab-n-go” lista para llevar al momento (conveniente para eventos, cumpleaños y sorpresas de última hora)
- sus pasteles signature son buttercake de dulce de leche y lemon curd
- cuentan con el espacio idóneo para eventos privados y talleres
Novedades
- horario especial de brunch los sábados y domingos de 9am a 2:30pm
- valet parking disponible después de las 6pm
- pronto podrás disfrutar del menú a través de Uber Eats y Dame un bite
Tentaciones para el paladar
Flor de Harina cuenta con un menú de pizzas fuera de este mundo, como la Margarita, Higo, Queso de cabra, Rúcula, Salchicha Polaca y Prosciutto por mencionar algunas. También ofrecen variedad de pastas y un rico menú de tapas que incluye Portobello rellenos, montaditos mixtos y tiritas de churrasco que puedes acompañar con una variedad de vinos blancos y tintos, Prosecco, champagne o escoger de sobre 25 tipos de cervezas artesanales.
No dejes de conocer este mágico lugar y aprovecha la época para probar platos del chef, además de llevarte postres en pequeño formato como tartitas, cupcakes y otras dulces sorpresas que serán preparadas exclusivamente para la temporada de San Valentín.
Inspiración para todos
Cuando le preguntamos a la pareja sobre recomendaciones para nuevos empresarios nos dijeron que “tienen que vivirse la película y ponerle corazón a su idea de negocio. Es importante ser genuino para que sirvas de inspiración a tu equipo y a los demás”.
FLOR DE HARINA está ubicado en #147 Ave Winston Churchill en Cupey. Para órdenes o reservaciones puede llamar al (787) 765-3333 o (787) 274-2222.