Un fuerte y exquisito olor a recao me transporta a minutos de la ciudad al campo y con una vista espectacular de San Juan, llego a Cosecha Don Juan ubicada en Cupey. Una finca familiar que comenzó como un simple
pasatiempo de sembrar productos para uso personal, se convirtió en un proyecto de gran potencial para nuestra Isla. “Mi abuelo Don Juan (de ahí es el nombre) como no sabía hacer nada en pequeño, despertó poco a poco un interés en la agricultura y descubrió la viabilidad de cultivar y producir productos frescos no solo para su familia, sino a un nivel comercial”, expresó su administradora Marilyn Díaz.
El terreno ubicado en Cuatro Calles, Camino Armando Marrero en Cupey Alto, pertenece a la familia desde hace décadas. Marilyn y su hermano se criaron corriendo por esos campos. En el pasado la familia se dedicó a la crianza de lechones y la vena de vivir y trabajar en el campo siempre estuvo latente en la familia hasta convertirlo hoy día en realidad.
Cosecha Don Juan comenzó labores en el 2016, y se dedicaba exclusivamente a la siembra de plátanos. Con el paso de María, perdieron toda la cosecha de un año de trabajo y la empresa tuvo que dar un giro sustancial para salir a flote y no tener que abandonar el proyecto. “Fue un giro de 360 grados que para bien sea, tuvimos que movernos con productos donde el proceso de cosecha era menor y a la misma vez que tuviera salida y demanda en el mercado como lo es el recao y las habichuelas”, añade Díaz.
Aquí se cree firmemente que los productos a grandes escalas se ven afectados de alguna manera en la calidad y su duración. Y precisamente, fue la calidad el factor decisivo en su visión y enfoque de trabajo. “No aspiramos llegar a grandes cadenas, sino mantenernos con el cliente que busca una calidad en su comida como chefs de restaurantes, distribuidores independientes y personas que se preocupan por la salud de su familia y que tengan una intención de apoyar la economía… queremos mantener eso.”
Cosecha Don Juan es una finca llena de pendientes a la vuelta redonda. Es por eso que el proceso del manejo se hace a mano: “Aquí es asada o a machete, aramos, recogemos agua de lluvia, en fin… por las condiciones de terreno que tenemos, no es tan fácil utilizar maquinaria pesada y nos centramos en la forma tradicional .”
¿Cómo ves el mercado de la agricultura en Puerto Rico?
Hay muchos grupos que están uniéndose para apoyarse en términos de tener contactos y qué hacer en situaciones de plagas. Hay mucha gente joven involucrándose y lo más importante, se están educando. Todavía nos falta, pero tenemos más conciencia de lo que había antes… esperamos podamos lograr superar ese 20% de producción local.
Recientemente, recibieron a estudiantes que colaboraron como parte de proyectos de agricultura en escuelas públicas como esfuerzos para recompensar el tiempo perdido después del huracán. “Ahora, estamos preparando la finca para hacer agroturismo que son conceptos que ya existen pero no en San Juan. Esperamos hacerlo con mayor intensidad y tendremos un espacio para que la gente llegue y se pueda llevar sus productos”.
Actualmente, esta empresa puertorriqueña cultiva recao, habichuelas blancas y negras, en ocasiones pintas y rojas, cúrcuma, jengibre, yuca, batata, berenjena y guanábana. Operan de 7am a 1pm, emplean a 6 personas y forman parte del proyecto de la Ley WIOA junto a la Oficina de Desarrollo Laboral del Municipio de San Juan. Participan en mercados, ferias agrícolas y distribuyen a restaurantes en Cupey como Pitipuá, Cholo’s, Omrkt, entre otros. Para ordenar y adquirir su productos puede contactarlos a través de las redes sociales. facebook