Durante los años universitarios, los estudiantes participamos de diferentes experiencias que nos permiten crecer personal y profesionalmente. Tomamos cursos teóricos, conectamos con personas con las que compartimos intereses, asistimos a charlas, talleres, etc. A pesar de contar con todas estas experiencias, a veces sentimos que no estamos lo suficientemente preparados o que “no sabemos a lo que vamos”.
Aquí, una práctica o un internado juega un papel importante. Participar de un proceso como este nos ayuda en diferentes aspectos. Antes de mencionar los beneficios, es importante enumerar algunas consideraciones que debemos tener en cuenta al momento de elegir el centro de práctica:
- La filosofía de la empresa; que la misión y la visión de la empresa vayan acorde con las tuyas como individuo.
- Contar con los requisitos para la posición.
- Tener la oportunidad de trabajar en tu área de interés principal.
- Poder desarrollar destrezas esenciales como trabajo en equipo, relaciones interpersonales, entre otros.
- Un acuerdo de horario; que sea posible establecer un horario flexible que te permita cumplir con tus responsabilidades como estudiante.
El internado nos brinda una experiencia real en el campo laboral al que deseamos pertenecer. Nos muestra de cerca cuáles son las nuevas tendencias, las características que una empresa busca en sus empleados, en fin, nos muestra, de manera concreta, lo que ocurre en la profesión que escogimos. Brinda, para muchos, la primera experiencia verdadera en la profesión. Es por esto, que aprovecharla al máximo es un “must”. Debemos ver esta experiencia como una entrevista prolongada. Durante el tiempo que pasemos realizando la práctica, debemos demostrar las habilidades que hemos adquirido durante los años de estudio, nuestro interés por el trabajo que realizamos y nuestro compromiso por mejorar cada día.
Un acuerdo de horario; que sea posible establecer un horario flexible que te permita cumplir con tus responsabilidades como estudiante.
Una práctica profesional es la oportunidad perfecta para poner a prueba los conceptos que hemos aprendido, pero también sirve para aprender de aquellos que ya forman parte del campo laboral. Aprender sobre sus experiencias, sus intereses, sus inquietudes y sus trucos. Además, ir creando ese círculo social-profesional que en el futuro nos puede brindar diferentes oportunidades de crecimiento.
A pesar de ofrecerte todas estas oportunidades maravillosas, la experiencia del internado puede ponernos a prueba. Al estar viviendo a flor de piel el día a día del campo laboral, nos hace reflexionar. Nos obliga a cuestionarnos si, en efecto, estamos en el lugar correcto; si es la profesión que deseamos ejercer. Lo importante es permitirnos explorar las posibilidades que tenemos, aprovechar todas las oportunidades para aprender, conocer nuevas áreas que nos generen interés y, al final, acertar que nos gusta lo que hacemos o buscar alguna otra alternativa. Independientemente del resultado final, realizar una práctica debe estar entre nuestras prioridades como estudiantes. Para aportar, aprender, equivocarnos, conocernos, pero sobre todo, para ser mejores profesionales.
Arianys Casiano Ortiz
Arianys Casiano Ortiz estudió con beca de honor en la Universidad del Sagrado Corazón cursando un Bachillerato en Artes de las Comunicaciones. Participó en el programa de internado de Ad-diction, donde ahora labora, y colabora con la Revista Cupey.