Valor y amor propio para escapar relaciones dañinas

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“Es que estoy pensando divorciarme, pero a lo mejor son cosas mías. . . vine a buscar orientación, pero después yo misma no sé qué hacer porque él no es malo, entre él y yo hay problemas, pero tampoco quiero quitarle el papá a mis nenes.”

 “Es que llevamos tanto tiempo, que separarme es tirar a la basura tanto sacrificio y tanto esfuerzo…es regalarle a otro lo que tanto me ha costado.”

“No sé si yo pueda funcionar si me dejo, son tantos años...uno disimula pero en el fondo da miedo.”

No puedo contar las veces en las que he escuchado esas introducciones…cuando una mujer evidentemente agotada, comienza a dar pasos para salir de su infierno personal. Las escucho, las oriento en lo pertinente y aunque no lo comento en mi práctica legal, hoy te diré que yo viví ese infierno también. Me hice las mismas preguntas que tú, sentí las mismas dudas que tú y también me despertó esa incomodidad que a ti te despierta y te empuja a salir, aunque tú te resistes. Yo también buscaba una razón para quedarme, pero cada día que te quedas comienzas a morir…y se mueren tus metas, se muere tu sonrisa, se detienen tus proyectos y uno comienza a vivir a través de los demás. Te enfocas completamente en tus hijos y te olvidas de ti, crece tu resistencia para aguantar infidelidad, maltratos verbales y físicos. El miedo hace su entrada y tu análisis bajo su control pone a todos primero, menos a ti.
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Sé por experiencia que te sientes atrapada y que a veces piensas que así es la vida y que a ti te toca vivir así, como un cero a la izquierda. ¡Detente! Toma un minuto y reflexiona…

Tú viniste a este plano con un propósito independiente. Seguir viviendo con la libertad enjaulada y mirando la vida desde los barrotes del miedo, no tiene lógica. Desde hoy, comienza a escuchar esa voz interior que te dirige a salir de tu encierro. Desde hoy, inserta lógica a tu proceso. No te vas a morir si das el paso. Se acaba una relación de pareja, no tu vida. Vas a seguir respirando, vas a volver a sonreír. Es el fin de una etapa y el inicio de otra llena de experiencias y de un camino que lleva tiempo esperando que lo recorras.

Sí, sí…yo sé que no es tan fácil. A mí me tomó 15 años salir. Fue un día de agosto que decidí renacer. Sentí mucho miedo, lloré y por ratos me arrepentía, pero yo estaba decidida a no soportar más y me aferré a la lógica cada vez que llegaba el miedo.

Desde ese análisis sé que solo me necesito a mí para salir adelante. Yo retorné a mi vida, redirigí mis prioridades, saqué del estado comatoso a mis metas, convertí mi experiencia en una escuela y decidí no callarme para que tú, que estás pensando que te tocó esa vida, recapacites, retomes tu camino, cruces el puente del miedo y te abraces la libertad.

Preguntas que puedes hacerte para determinar si necesitas ayuda, seas hombre o mujer:

¿Te sientes con miedo y triste en tu relación de pareja?

¿Tus hijos o hijas han visto cuando tu pareja te grita, insulta o golpea?

¿Sigues con tu pareja porque no tienes a dónde ir?

¿Tu pareja te amenaza con que si se separan te sacará del “closet”?

¿Te obligaron a realizar actos sexuales o te amenazan con hacerlo?

¿Eres inmigrante. No sabes dónde pedir ayuda?

¿Tienes duda sobre cómo se solicita una orden de protección?

Si eres o conoces a una víctima de violencia doméstica o violencia sexual

llama 24/7 a la Línea Contigo del Municipio Autónomo de San Juan
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